27 de octubre de 2008

Las bayas de Goji



Son frutas desecadas parecidas a las pasas pero de un intenso color rojo, del mismo tamaño de una uva pequeña y cuyo sabor está a medio camino entre el de las cerezas y el de los arándanos. Los arbustos que las producen se cultivan desde hace miles de años en los valles formados entre la cordillera del Himalaya, el Tíbet y Mongolia a más de 4.000 metros de altitud. Sus cultivadores dicen de ella que es una fruta extremadamente delicada que no acepta ser tocada por mano humana pues cuando alguien lo hace transforma su color carmesí en otro muy oscuro, prácticamente negro. Por eso para cosecharla se sacuden las ramas del Goji y sólo las frutas que caen son recolectadas en mallas de bambú para luego ser transportadas, lavadas y puestas a secar a la sombra y, una vez semideshidratadas, envasarlas al vacío para su comercialización. En todo este proceso ninguna mano toca las delicadas bayas.
En cuanto a su utilización los asiáticos las comen tal cual, como zumo o formando parte de ensaladas, sopas, cremas o diferentes recetas. Además, por sus numerosas propiedades y por su agradable sabor, las ingieren por igual niños, ancianos, personas sanas, afectadas por alguna dolencia, convalecientes o mujeres embarazadas. El único efecto secundario, dicen, es una extraordinaria vitalidad y, en dosis elevadas, cierta incapacidad para contener la sonrisa.

Alarga la vida protegiendo al cuerpo del envejecimiento prematuro gracias a su potente capacidad antioxidante.
Nos hace sentirnos más jóvenes.
Incrementa la energía y la fuerza, especialmente cuando el organismo lucha contra la enfermedad.
Fortalece el corazón y la sangre y mantiene la presión sanguínea en parámetros saludables.
Reduce el colesterol y evita su depósito en los vasos sanguíneos.
Supone una ayuda inestimable para prevenir y tratar el cáncer.
Ayuda a normalizar los niveles de azúcar en sangre.
Mejora la salud ocular y la visión.
Mejora la resistencia a las enfermedades y la respuesta inmune.
Restaura y repara el ADN
Combate la inflamación y la artritis.
Ayuda a perder peso.
Alivia el insomnio y mejora la calidad del sueño.
Mejora la respuesta sexual y la fertilidad de ambos sexos.

ETC..............

Lo que hay que tener claro, que no con esta fruta conseguiremos todo esto, hay que cuidar la otra parte de alimentación, ejercicio, y por supuesto moderación en todo.......
No son como las espinacas de Popeye que le revitalizaban al momento, pero es un manera de sentirnos bien.
Los sitios de compra de este producto están muy escasos a mi parecer todavía, se venden en herbolarios ( no todos) y en el Corte Ingles( por supuesto), y el precio es un poco caro, oscilan los 500 gramos entre 15 y 20 euros.
Se me olvidaba , el sabor es dulce, como el de una pasa.
Teneis información sobre este producto en múltiples webs, yo me he dirigido a ésta aqui